INTRODUCCIÓN
La primera
reseña de la cateterización umbilical la encontramos a finales de los años 40,
Diamond LK, médico e investigador clínico del Boston Children’s Hospital,
utilizó el acceso venoso central de los vasos umbilicales para realizar
transfusiones en los casos de anemia e ictericia grave. Kitterman et al en 1970
ya refería la utilización de catéteres umbilicales como una práctica usual en
Neonatología. Actualmente si bien es una técnica habitual en las unidades
neonatales se ha limitado su tiempo de permanencia, para disminuir las
complicaciones y se han sustituido por el uso de catéteres centrales de
inserción periférica (1).
CANALIZACIÓN DE
LA VENA UMBILICAL
El cordón
umbilical es un conducto gelatinoso que contiene 2 arterias, 1 vena y la
gelatina de Warthon. (2). La canalización de la vena umbilical o el cateterismo
venoso umbilical es una técnica muy utilizada en Neonatología, que
habitualmente la realiza el personal médico, es una técnica sencilla y reporta
poco riesgo y sí mucha utilidad en los pacientes neonatos (3). Los vasos
umbilicales son la vía de elección para el neonato críticamente enfermo (1).
Objetivos
El objetivo de
esta técnica es el acceso vascular central rápido a través de la vena
umbilical y minimizar las complicaciones con una buena vigilancia.
UTILIDAD
1.
Acceso
inmediato para la infusión de líquidos intravenosos y medicación en la
reanimación del RN.
2.
Monitorización
de la presión venosa central (PVC).
3.
Acceso
venoso central de largo plazo en recién nacidos de peso extremadamente bajo y
hasta la instauración de un catéter epicutáneo.
4.
Transfusión
de sangre.
5.
Exanguinotransfusión.
INDICACIONES
1.
El cateterismo
de la vena umbilical está indicado en los siguientes casos:
2.
Neonatos
menores de 7 días.
3.
Las
urgencias en el parto que requieren un acceso venoso (asfixia perinatal, RCP,
shock hipovolémico).
4.
Acceso
venoso central de larga duración en Recién Nacidos Pretérminos (cuando la
canalizacion de un silástico no sea posible).
CONTRAINDICACIONES
1.
Onfalitis.
2.
Onfalocele.
3.
Enterocolitis
Necrotizante.
4.
Peritonitis.
Equipo y
Material
1.
Gorro,
mascarilla, bata estéril, guantes estériles, gasas estériles.
2.
Un
paquete quirúrgico: dos paños de campo, un delantal, un paño hendido, seis
compresas.
3.
Antiséptico.
4.
Material
quirúrgico:
5.
Pinzas
finas (Iris) de punta curva y recta.
6.
2
Pinzas de Adson
7.
2 Kelly
curvas
8.
1
Porta-aguja
9.
1
Tijeras
10.
1
Bisturí
11.
Seda
3/0
12.
Catéter
umbilical venoso: 5F para neonatos que pesen menos de 3 500 g y 8F para
neonatos que pesen más de 3 500 g. de una luz, de dos o tres luces.
13.
Cinta
umbilical o seda 0.
14.
Llave
de tres pasos.
15.
Esparadrapo
de tela.
16.
Jeringuillas
de 1,5 y 10 cc.
17.
Solución
salina fisiológica (un frasco de 500 cc)
18.
Heparina.
19.
Una
bandeja ariñonada o lavatorio.
20.
Mesa
auxiliar.
Descripción de
la técnica
1-Preparación y valoración del neonato:
Estabilizar al
RN antes de realizar el procedimiento.
Colocar al
neonato en la cuna térmica o en la incubadora (en ambiente térmico neutro)
evitando la hipotermia. En la incubadora se manipulará por las ventanillas.
Mantener
monitoreo continuo de signos vitales.
Posición en
decúbito supino. Inmovilizar al RN permitiendo la visualización de las
extremidades. Se debe tener en cuenta que el recién nacido tenga cierto grado
de flexión en las mismas.
Realizar
aspiración gástrica.
2- Calcular la distancia que se introducirá
el catéter:
Medir la
distancia hombro-ombligo. Existe una tabla (tabla 1) que nos dará la longitud
del catéter venoso, ésta dependerá de la distancia del hombro al ombligo
(imagen1). Es conveniente sumar la longitud del muñón umbilical a la longitud
del catéter. En la práctica es útil recordar que la porción de catéter
introducido a partir de la raíz del ombligo equivaldrá, en la vena umbilical, a
la separación entre el ombligo y xifoides (4).
Tabla 1.
Se utilizarán técnicas antisépticas.
El neonatólogo y
su ayudante se colocarán gorro y mascarilla.
Realizarán un
lavado de manos quirúrgico y se colocarán una bata estéril.
Toda persona que
esté presente en el procedimiento debe llevar gorro y mascarilla.
Se dispondrá en
una mesa auxiliar quirúrgica el material ya descrito (imagen 2). Se tendrán
preparadas las soluciones para administrar.
Colocar el campo
estéril alrededor del ombligo, dejando expuestos los pies y la cabeza.
Pincelar el
cordón y el área circundante en forma circular desde el centro a la periferia.
Procedimiento:
Atar un
fragmento de cinta umbilical alrededor de la base del cordón, lo bastante
ajustada como para minimizar la pérdida de sangre pero lo suficientemente floja
como para poder introducir con facilidad el catéter a través del vaso. Cortar
el exceso de cordón umbilical con tijeras o bisturí (preferentemente), ya que
por lo general el bisturí permite un corte más limpio, de modo que resulta más
fácil visualizar los vasos. Dejar un muñón de 1-1,5cm (imagen 3).
Mantener el
cordón umbilical erecto y estable, se puede utilizar el mosquito curvo o la
pinza de Adson.
Identificar la
vena umbilical la cual, habitualmente, es única, grande y laxa, localizada en
el centro o cefálicamente (a las 12h) con respecto a las arterias umbilicales.
Se conoce por ser un vaso con paredes finas, a diferencia de las arterias que
van emparedadas y son de paredes más gruesas. El diámetro interior de la vena
es mayor que el de la arteria, por lo que es el vaso que continúa sangrando al
seccionar el cordón. Las arterias tienden a colapsarse (1).
Dilatar la vena
umbilical si se precisa (es excepcional) empleando la pinza Iris o la de Adson,
sin dientes, para abrir y dilatarla. Primero se coloca una rama de la pinza y
después se usan ambas ramas para dilatarla con suavidad.
Una vez que
la vena esté lo suficientemente dilatada, introducir el catéter hasta la
longitud apropiada. La posición correcta para el catéter venoso es con la punta
del catéter a 0,5-1cm por arriba del diafragma. La posición suele ser
determinada por cada centro hospitalario.
Cuando el
catéter está introducido, la enfermera realizará un lavado de manos se colocará
guantes estériles y conectará el catéter al equipo de perfusión y regulará el
ritmo de perfusión.
Colocará el
esparadrapo en forma de puente sujetando el catéter. Con esta fijación podemos
observar el cordón umbilical, realizar los cuidados habituales y favorecer su
secado (imagen 4). Otra fijación habitual es asegurar el catéter umbilical con
esparadrapo y se fija a la base del ombligo con sutura de seda de 3/0 (imagen
5).
Se realizará una
radiografía de tórax y abdomen para verificar las posiciones del catéter venoso
(imagen 6).
Fijación: El
cordón se cierra mediante una técnica semejante a la bolsa de tabaco y después
se fija la misma sutura al catéter (4).
Anotar el
procedimiento en la gráfica, calibre del catéter, centímetros introducidos y
fecha.
Imagen
4
Imagen 5
COMPLICACIONES
Si bien la cateterización de la vena umbilical es un procedimiento relativamente seguro puede haber complicaciones severas entre el 2-10% de los casos (1).
1.
Hemorragia.
2.
Infección.
3.
Embolia
/ Trombosis.
4.
Necrosis
hepática.
5.
Arritmias
cardíacas.
6.
Hipertensión
portal.
7.
Enterocolitis
necrotizante.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
1. Tratado de
Enfermería Cuidados Críticos Pedíatricos y Neonatales. cap
51. Actualización Diciembre 2007.Citado abril 2010 Disponible en:http://www.eccpn.aibarra.org/temario/seccion3/capitulo51/capitulo51.htm
51. Actualización Diciembre 2007.Citado abril 2010 Disponible en:http://www.eccpn.aibarra.org/temario/seccion3/capitulo51/capitulo51.htm
2.
Sadler TW. Langman Embriología médica con orientación clínica. 8 ed.
México: Médica Paname; 2005.
3. Canalización
umbilical. Actualizado 01/08/2007.Citado: Junio 2010.Disponible en:
http://www.aibarra.org/Tecnica/C_umbilical/default.htm
4.
Jiménez L, Figueras J, Botet F. Neonatología
procedimientos diagnósticos. 2 ed. España: ESPAXS; 1995.
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