martes, 4 de octubre de 2016

COLOCACIÓN DE CATETER UMBILICAL

INTRODUCCIÓN

La primera reseña de la cateterización umbilical la encontramos a finales de los años 40, Diamond LK, médico e investigador clínico del Boston Children’s Hospital, utilizó el acceso venoso central de los vasos umbilicales para realizar transfusiones en los casos de anemia e ictericia grave. Kitterman et al en 1970 ya refería la utilización de catéteres umbilicales como una práctica usual en Neonatología. Actualmente si bien es una técnica habitual en las unidades neonatales se ha limitado su tiempo de permanencia, para disminuir las complicaciones y se han sustituido por el uso de catéteres centrales de inserción periférica (1).

CANALIZACIÓN DE LA VENA UMBILICAL

El cordón umbilical es un conducto gelatinoso que contiene 2 arterias, 1 vena y la gelatina de Warthon. (2). La canalización de la vena umbilical o el cateterismo venoso umbilical es una técnica muy utilizada en Neonatología, que habitualmente la realiza el personal médico, es una técnica sencilla y reporta poco riesgo y sí mucha utilidad en los pacientes neonatos (3). Los vasos umbilicales son la vía de elección para el neonato críticamente enfermo (1).

Objetivos
El objetivo de esta técnica es el acceso vascular central rápido a través de la  vena umbilical y minimizar las complicaciones con una buena vigilancia.

UTILIDAD
1.       Acceso inmediato para la infusión de líquidos intravenosos y medicación en la reanimación del RN.
2.       Monitorización de la presión venosa central (PVC).
3.       Acceso venoso central de largo plazo en recién nacidos de peso extremadamente bajo y hasta la instauración de un catéter epicutáneo.
4.       Transfusión de sangre.
5.       Exanguinotransfusión.

INDICACIONES
1.       El cateterismo de la vena umbilical está indicado en los siguientes casos:
2.       Neonatos menores de 7 días.
3.       Las urgencias en el parto que requieren un acceso venoso (asfixia perinatal, RCP, shock hipovolémico).
4.       Acceso venoso central de larga duración en Recién  Nacidos Pretérminos (cuando la canalizacion de un silástico no sea posible).

CONTRAINDICACIONES
1.       Onfalitis.
2.       Onfalocele.
3.       Enterocolitis Necrotizante.
4.       Peritonitis.

Equipo y Material
1.       Gorro, mascarilla, bata estéril, guantes estériles, gasas estériles.
2.       Un paquete quirúrgico: dos paños de campo, un delantal, un paño hendido, seis compresas.
3.       Antiséptico.
4.       Material quirúrgico:      
5.       Pinzas finas (Iris) de punta curva y recta. 
6.       2 Pinzas de Adson
7.       2 Kelly curvas
8.       1 Porta-aguja
9.       1 Tijeras
10.   1 Bisturí
11.   Seda 3/0
12.   Catéter umbilical venoso: 5F para neonatos que pesen menos de 3 500 g  y 8F para neonatos que pesen más de 3 500 g. de una luz, de dos o tres luces.
13.   Cinta umbilical o seda 0.
14.   Llave de tres pasos.
15.   Esparadrapo de tela.
16.   Jeringuillas de 1,5 y 10 cc.
17.   Solución salina fisiológica (un frasco de 500 cc)
18.   Heparina.
19.   Una bandeja ariñonada o lavatorio.
20.   Mesa auxiliar.

Descripción de la técnica

1-Preparación y valoración del neonato:
Estabilizar al RN antes de realizar el procedimiento.
Colocar al neonato en la cuna térmica o en la incubadora (en ambiente térmico neutro) evitando la hipotermia. En la incubadora se manipulará por las ventanillas.
Mantener monitoreo continuo de signos vitales.
Posición en decúbito supino. Inmovilizar al RN permitiendo la visualización de las extremidades. Se debe tener en cuenta que el recién nacido tenga cierto grado de flexión en las mismas.
Realizar aspiración gástrica.

2- Calcular la distancia que se introducirá el catéter:
Medir la distancia hombro-ombligo. Existe una tabla (tabla 1) que nos dará la longitud del catéter venoso, ésta dependerá de la distancia del hombro al ombligo (imagen1). Es conveniente sumar la longitud del muñón umbilical a la longitud del catéter. En la práctica es útil recordar que la porción de catéter introducido a partir de la raíz del ombligo equivaldrá, en la vena umbilical, a la separación entre el ombligo  y xifoides (4). 

Tabla 1.






































Se utilizarán técnicas antisépticas.
El neonatólogo y su ayudante se colocarán gorro y mascarilla.
Realizarán un lavado de manos quirúrgico y se colocarán una bata estéril.
Toda persona que esté presente en el procedimiento debe  llevar gorro y mascarilla.

Se dispondrá en una mesa auxiliar quirúrgica el material ya descrito (imagen 2). Se tendrán preparadas las soluciones para administrar.



















Colocar el campo estéril alrededor del ombligo, dejando expuestos los pies y la cabeza.
Pincelar el cordón y el área circundante en forma circular desde el centro a la periferia.
Procedimiento:
Atar un fragmento de cinta umbilical alrededor de la base del cordón, lo bastante ajustada como para minimizar la pérdida de sangre pero lo suficientemente floja como para poder introducir con facilidad el catéter a través del vaso. Cortar el exceso de cordón umbilical con tijeras o bisturí (preferentemente), ya que por lo general el bisturí permite un corte más limpio, de modo que resulta más fácil visualizar los vasos. Dejar un muñón de 1-1,5cm (imagen 3).



















Mantener el cordón umbilical erecto y estable, se puede utilizar el mosquito curvo o la pinza de Adson.

Identificar la vena umbilical la cual, habitualmente, es única, grande y laxa, localizada en el centro o cefálicamente (a las 12h) con respecto a las arterias umbilicales. Se conoce por ser un vaso con paredes finas, a diferencia de las arterias que van emparedadas y son de paredes más gruesas. El diámetro interior de la vena es mayor que el de la arteria, por lo que es el vaso que continúa sangrando al seccionar el cordón. Las arterias tienden a colapsarse (1).

Dilatar la vena umbilical si se precisa (es excepcional) empleando la pinza Iris o la de Adson, sin dientes, para abrir y dilatarla. Primero se coloca una rama de la pinza y después se usan ambas ramas para dilatarla con suavidad.

Una vez que  la vena esté lo suficientemente dilatada, introducir el catéter hasta la longitud apropiada. La posición correcta para el catéter venoso es con la punta del catéter a  0,5-1cm por arriba del diafragma. La posición suele ser determinada por cada centro hospitalario.
Cuando el catéter está introducido, la enfermera realizará un lavado de manos se colocará guantes estériles y conectará el catéter al equipo de perfusión y regulará el ritmo de perfusión.
Colocará el esparadrapo en forma de puente sujetando el catéter. Con esta fijación podemos observar el cordón umbilical, realizar los cuidados habituales y favorecer su secado (imagen 4). Otra fijación habitual es asegurar el catéter umbilical con esparadrapo y se fija a la base del ombligo con sutura de seda de 3/0 (imagen 5).

Se realizará una radiografía de tórax y abdomen para verificar las posiciones del catéter venoso (imagen 6).

Fijación: El cordón se cierra mediante una técnica semejante a la bolsa de tabaco y después se fija la misma sutura al catéter (4).
Anotar el procedimiento en la gráfica, calibre del catéter, centímetros introducidos y fecha.

Imagen 4                                           Imagen 5





















COMPLICACIONES

Si bien la cateterización de la vena umbilical es un procedimiento relativamente seguro puede haber complicaciones severas entre el 2-10% de los casos (1).
  
1.       Hemorragia.
2.       Infección.
3.       Embolia / Trombosis.
4.       Necrosis hepática.
5.       Arritmias cardíacas.
6.       Hipertensión portal.
7.       Enterocolitis necrotizante. 


REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

1. Tratado de Enfermería Cuidados Críticos Pedíatricos y Neonatales. cap
 51. Actualización Diciembre 2007.Citado abril 2010 Disponible en:http://www.eccpn.aibarra.org/temario/seccion3/capitulo51/capitulo51.htm
2. Sadler TW. Langman Embriología médica con orientación clínica. 8 ed. México: Médica Paname; 2005.
3. Canalización umbilical. Actualizado 01/08/2007.Citado: Junio 2010.Disponible en: http://www.aibarra.org/Tecnica/C_umbilical/default.htm
 4. Jiménez L, Figueras J, Botet F. Neonatología procedimientos diagnósticos. 2 ed. España: ESPAXS; 1995.

No hay comentarios:

Publicar un comentario